Necesitáis una superficie muy lisa, de cristal o de plástico, un vaso con agua en el que habréis disuelto un pedazo de jabón (o un chorrito de lavavajillas) y una pajita.
Para hacer las burbujas concéntricas, lo primero que tenéis que hacer es humedecer la superficie lisa.
A continuación mojáis la pajita en el agua con jabón y poco a poco vais soplando hasta hacer una burbuja que se apoyará en la superficie que habéis preparado.
Esta es vuestra primera burbuja y cada vez se irá haciendo más grande.
Ahora empieza lo interesante. Tenéis que mojar la pajita y soplar una segunda burbuja, pero dentro de la que ya tenéis. La tercera burbuja irá dentro de la segunda y así sucesivamente. Con un poco de maña podréis ir aumentando el número de burbujas.
Es importante que las burbujas no se peguen. Ellan solas tenderán a colocarse de manera perfectamente concéntrica la una dentro de la otra para equilibrar la presión interna.
Seguro que el resultado es espectacular y de gran belleza.
Utiliza tu creatividad para pasar un día divertido haciendo pompas de jabón concéntricas.
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