La curiosidad mató al gato...

…pero no te matará a ti.
De pequeños todos somos muy curiosos ¿por qué el mar es azul? ¿Por qué los perros no llevan gafas? ¿por qué las flores huelen bien? ¿a qué distancia está el sol?





Aproximadamente a los cuatro años los niños comienzan a preguntar por todo, todo les resulta interesante, todo llama su atención, tratan de organizar su mundo para comprenderlo, quieren aprender y preguntan.

Según van creciendo el tipo de preguntas cambia porque se modifican sus intereses, pero siguen preguntando.

Esta curiosidad se va perdiendo con los años, y cuando son adultos pocas veces se preguntan ¿por qué?

El tener curiosidad y preguntar es una sana costumbre que nos lleva al conocimiento, a la reflexión y al desarrollo de la creatividad. La curiosidad es nuestra principal herramienta de aprendizaje, nos permite buscar nuevas experiencias y explorar nuevas ideas.

Si Picasso no hubiera sido curioso explorando técnicas diferentes, posiblemente hoy no podríamos disfrutar de obras como Las señoritas de Avignon.

Las señoritas de Avignon de Picasso
Las señoritas de Avignon de Picasso

La curiosidad es básica en los científicos y en los artistas y en todas aquellas personas que quieran desarrollar su creatividad.

Consejos:
Hazte preguntas (y anótalas en un diario)
Aprende cosas nuevas, busca información, lee de diferentes temas
Prueba a hacer las cosas del día a día de forma diferente
Aléjate y míralo desde otra perspectiva
Cuenta hasta 10 y reflexiona
Prueba a resolver problemas
Busca diferencias
Mantén la mente abierta, sé curioso
Deja que tu creatividad aflore

¿Y tú? ¿Ya no te preguntas por el porqué de las cosas? Es un buen momento para que retomes esta sana costumbre. ¿Por qué?
Ilustración de Alberto Montt. Vísita su página dosisdiarias.com
Ilustración de Alberto Montt. 
Visita su página www.endosisdiarias.com

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